Una Nochebuena, pero que muy buena.

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PICHADEL49
He probao.. y me ha gustao
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Registrado: Mar, 30 Jul 2024, 12:10

Una Nochebuena, pero que muy buena.

Mensaje por PICHADEL49 »

En una noche tan llena de magia como la Nochebuena puede suceder cualquier cosa, incluso hasta lo que me sucedió a mí.

Cuando el carillón de la torre de la iglesia sonó el 24 de diciembre a las 18:00 horas el esmirriado sol de invierno ya hacía rato que se había largado, por lo que más que la tarde parecía que era de noche. Nevaba y hacía tanto frío que al hablar las frases se congelaban. A lo lejos se escuchaba los peces en el río, aportando su toque festivonavideño al entorno. Y yo con la bufanda al cuello y las manos en los bolsillos, con pasos lentos pero seguros, por la escarchada acera me dirigía hacia mi casa. De pronto, detrás de mí paró una renqueante furgoneta de los años sesenta. Un tipo con barba blanca y un gorro rojo sacó la cabeza por la ventanilla y gritó: –¡Eh! Tú, ven aquí–. Y ya a su lado me preguntó por una dirección.

–Eso cae por allí–, señalé yo con la mirada y girando la cabeza, sin sacar las manos de los bolsillos y sin apenas poder hablar de lo que me castañeaban los dientes. –Eso pilla camino de mi casa–, añadí.

–Ea, pues sube y me vas indicando.

Subí en la furgoneta, y mientras yo a base de vaho y palmetazos trataba de calentarme las manos el otro arrancó y nos pusimos en marcha.

–¿Tienes frío?– Preguntó el tío del gorro rojo, en realidad salvo el cinturón y las botas que eran negras el resto de su vestimenta era roja.

–Bastante–. Solté yo.

–Pues ya verás cómo en un periquete hago yo que entres en calor.

Dicho y hecho, apenas habíamos avanzado un par de metros cuando el tipo de la barba blanca aparcó en un sombrío callejón, se bajó, exclamó: –sígueme– y se fue a la parte trasera de la furgoneta, abrió la portezuela y nos metimos los dos, una vez dentro tiró de mis pantalones y de mis calzoncillos hacia abajo, él también se bajó los pantalones y los calzoncillos, dejando a la vista su par de buenas pelotas y un cipote tan gordo y de tal calibre que asustaba. Y mientras yo tiritando de frío no apartaba los ojos de su rabo el tío de rojo me dio la vuelta, me dobló por la cintura, me tiró sobre un saco lleno de juguetes y golosinas y diciendo: –Ahora sí que vas a entrar en calor–, se puso en cuclillas y con la lengua empezó a trabajarme el ojete; para ir abriendo boca me largó unos cuantos lametazos, después con la punta de la lengua, sin dejar un solo milímetro por explorar, fue recorriendo todo mi orificio, de repente note un empujón y sus labios pegados a mi culo, el cabrón me había metido la lengua entera y jugueteaba con ella en mi interior. Llegados a ese punto, aparte de sudar, yo ya no sabía si reír, llorar, o correrme vivo. Y mientras a lo lejos seguía los peces en el río, el hombre de rojo sacó la lengua de mi ojete y a la vez que notaba su aliento y su barba en mi nuca, y como un gato me ronroneaba al oído: –Te voy a partir en dos-, o preguntaba: –¿Te gusta?–, empezó a meterme los dedos, primero uno, después dos, tres y hasta cuatro dedos de su mano me metió, y eso que no eran dedos de pianista precisamente.

Después de un rato haciéndome virguerías con sus dedos y ya mi ojal listo para meter por él lo que hiciera falta trincó su cipote, apuntó y poco a poco aquel símil de torpedo G7a fue abriéndose paso y penetrando en mí. Por todos los diablos, que indescriptible gozo el roce su polla taladrando mi agujero. Luego unas suaves sacudidas, unos zarandeos, un movimiento hacia fuera, al momento un empujón hacia dentro. Al sentir el golpeteo de sus huevos contra mi culo las piernas me flaqueaban y todo mi cuerpo se estremecía. No tengo palabras para describir con exactitud el tremendo placer que yo sentía cuando el tío de rojo me estaba follando, solo puedo decir que me transportaba al séptimo cielo, ¿qué digo?, me transportaba hasta el mismísimo Paraíso de Dante y hasta casi me hacía alcanzar el Nirvana. A lo lejos ya no se oía los peces en el río, ahora se escuchaba a la escolanía del Escorial cantando campana sobre campana. De súbito note como su barba se agitaba. Como su respiración se aceleraba. Como sus estocadas eran cada vez más fuertes, más rápidas. Sofocos. Espasmos. Jadeos. Suspiros. Gruñidos. Ay. Ay. Ay. Agggggggggg. Y dos fantásticas corridas, la suya y la mía, tras las cuales calma total.

–Ojú, picha, que a gusto nos hemos quedao–, exclamó el tipo de rojo mientras nos limpiábamos y nos recomponíamos.

Salimos a la calle, en ese momento arreciaba una endemoniada ventisca y nevaba aún con mayor virulencia.

–Venga, sube, que te acerco a tu casa.

–Gracias. Prefiero ir caminando y tomando el fresco.

Sudando, sin la bufanda, trastabillando y con el ojete al rojo vivo pero feliz porque me acababa de follar Santa Claus llegué a mi casa. Eché un vistazo a las latas de conservas, a los restos de pizzas y a la comida preparada porque esa Nochebuena tenía invitados. –Quizás unas botellas de tintorro–, me dije a mi mismo. Cogí a Cachondo, mi perro, para que de paso meara, y me fui hacía la vinoteca del centro comercial.

Había dejado de nevar. En el cielo fulguraban algunas estrellas. La Luna jugaba a esconderse detrás de los nubarrones. Y yo tirando de Cachondo y de vez en cuando metiéndome el dedo por el culo para no olvidar lo que acababa de hacerme Santa Claus llegué al centro comercial. Estaba casi vacío, muchas de las tiendas ya habían echado el cierre y como fondo musical sonaba Carol of the Bells. Menos mal que la vinoteca estaba aún abierta, compre dos botellas de vino a pagar en 30, 60 y 90 días. Y cuando salí, ¡Jo! ¡Jo! ¡Joooo!, allí estaba Santa Claus, junto a un saco del que sacaba y repartía golosinas y juguetes. Cruzamos nuestras miradas, Santa Claus se acercó a mí, se quitó la barba y me susurró al oído: –El próximo 5 de enero hago de Rey Baltasar, si quieres te vuelvo a follar.

–¡Jo! ¡Jo! ¡Joooo! Feliz Navidad.
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Y ya aprovecho para desear Feliz Navidad a administradores y participantes de este foro.
Y Feliz Navidad para mi amigo, al que todavía no conozco y que a este paso me va a tener que follar por W.h.a.t.s.A.p.p.
novatoSum1974
Soy un follador respetable
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Registrado: Mar, 09 Sep 2014, 14:25

Re: Una Nochebuena, pero que muy buena.

Mensaje por novatoSum1974 »

:lol: :lol: :lol:

Excelente relato, como siempre.

Ojalá encontrarse con Santa Claus!
Aunque Los Reyes Magos son tres, y tienen pajes ;)

Gracias por amenizar con estás historias.
Naturleffft
El puto amo
El puto amo
Mensajes: 1086
Registrado: Vie, 27 Ene 2023, 14:24

Re: Una Nochebuena, pero que muy buena.

Mensaje por Naturleffft »

Eres nuestra "Maraya Careyssss"... Contigo damos el "pistoletazo" , digo el "pollazo", para dar por inauguradas las Merry Christmas del 24.
Yo me pido Papá Noel, los 3 Reyes Magos y los pajes ...
Para "paje-arles".
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